Omar Chiarello, presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina, explicó que esto se produjo por la caída de los precios internacionales y la sobreoferta en el mercado estadounidense.

Unos dos millones de kilos de arándanos quedaron sin cosechar en el litoral argentino por la caída de los precios internacionales y la sobreoferta en el mercado estadounidense, dijo hoy el presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA), Omar Chiarello.

El productor reconoció que los arandaneros mesopotámicos tuvieron este año un volumen “excelente” de cosecha, pero se lamentó de que otros países competidores y con un costo de producción menor, hicieron caer el precio de la fruta por una sobreoferta.

“En Argentina se han tenido que dejar variedades sin cosechar”, dijo Chiarello al reconocer que “la temporada venía bien para los productores locales, ya que tanto el clima como las condiciones generales del arándano venían de maravilla, pero, sin embargo, se cerró no de la mejor manera”.

“Indudablemente tendremos que hacer autocrítica y analizar todo”, apuntó

También criticó “las astucias comerciales de algunos países” que participaron del Congreso Mundial del Arándano, realizado recientemente en la ciudad entrerriana de Concordia, en el que “no quisieron decir realmente sus volúmenes de producción”.

“Este es un aprendizaje que lamentablemente cuesta dinero”, manifestó al reiterar que en las 1.000 hectáreas arandaneras de la región mesopotámica quedaron “alrededor de 2 millones de kilos sin cosechar”.